
Juventud divino tesoro.
Miles de sensaciones recorrieron mi alma anoche cuando mis ojos vieron a tantos amigos y amigas de la infancia. Olores, sabores y visiones de antaño donde se funde la pasión y la mirada retrospectiva de aquellos maravillosos 70 y 80.
Cada uno de ell@s son parte de mi, del recorrido vital de un apasionado por la vida, ingredientes de la etapa de la niñez y la juventud, donde la amistad es desinteresada y limpia, la inocencia, escarcha de un sentir mutuo.
Gracias a cada uno de ellos por ser como son, por compartir sus primeros años, por fundirse en un abrazo mutuo y sincero, por nacer en Rociana en el 1966, por estar en el cole junto a mi, por pertenecer a mis raíces.
Reconozco que lloré de emoción cuando regresé a mi casa. No era para menos, mi corazón palpitó como el de un adolescente enamorado al estar con ell@s. Fue como un almendro en flor donde la belleza de la vida entra en su mayor esplendor.
Sí, cene y compartí la noche con es@s niñ@s del 66,con los mios de verdad,con quienes compartieron pupitre,maestros,educación,juegos, primeros amores, las primeras fatigas y sin sabores.
Pude oler esas primeras primaveras de nuestras vidas, recordar nuestros juegos, anécdotas,bailes y canciones que nos ayudaron a forjarnos como personas.
Gracias Antonio y Conchita y en vuestros nombres personalizo el de los demás pero a vosotros hacia décadas que no os veía.
21 comentarios:
Querido amigo, la regresión, en este sentido, no es negativa, jajaja...Los encuentros de la infancia dan vida cuando son agradables.
Un saludo
Siempre es agradable regresar a tiempos de la infancia y juventud con esos encuentros que nos hacen recordar tantas cosas...
Un saludo.
José Antonio,la vida vuelve a veces a abrazar al niñ@ interior,que se nos queda olvidado en la trastienda.Y a ese niño hay que cuidarlo mucho porque es necesario para el equilibrio emocional,que al fin y al cabo nos da la paz interior.
Mi felicitación por esa noche mágica,que no olvidarás.Y por supuesto mi abrazo de primavera.
M.Jesús
Para los que sienten añoranza de su infancia hay un enlace muy bueno que recomiendo:
http://www.rafaelcastillejo.com/
Merece la pena visitarlo.
Maravilloso el momento en que uno regresa a su lugar de origen, a su terruño, a las raices que le forjaron lo que se es hoy en día.
Paisajes, casas, y sobre todo, gentes, aquellos niños que lo fueron al mismo tiempo... Y ver cómo la vida pasa pero la memoria es capaz de rescatar los mejores momentos de la vida: escuela, juegos, amigos, travesuras...
Feliz quien regresa a los brazos del pasado.
Abrazos y feliz primavera.
Si te trae buenos recuerdos,siempre sera agradable recordar esos momentos.
Un besico
Los recuerdos materializados en el tiempo nos hacen reconocer al niño que sigue dentro nuestro, pero mas consciente. Un abrazo.
Todavia conservo amigos desde la infancia y soy del 62 y tienes razón,esos recuerdos marcan y son lo que jamas se olvidan,saludos.
Qué emocionante vuelta a la infancia.
buenos momentos!
Grendes momentos sin duda, pero agridulces, yo al menos, no puedo evitar sentir cierta nostalgia y algo de pena, porque no decirlo, al haber perdido tantas cosas en el camino, no obstante, la intensidad de esos encuentros no tiene precio y ese sentirse como antaño...
precisamente pasado mañana tengo una comida con un par de amigos para tratar de organizar una cena de esa guisa que hemos planeado para agosto, no sabes cuanta ilusión me hace....
Gracias por compartir esas sensaciones, un saludo.
salud y República!!
Nexus.
Sí, es tal y como los describes. La amistad en la juventud es desinteresada y total, verdadera. Después, con el paso del tiempo, y el mal aprendizaje de la vida, muchos deforman su verdadero sentido, la desnudan, y la visten con los trapos del interés, la ambición, la envidia...¡Qué pena para aquellos que pierden amigos en su vida! Pierden su mayor tesoro. Un abrazo.
Te comprendo Jose Antonio. Tambien tengo amigos de la infancia, los cuales ahora no frecuento mucho pero seguimos en contacto...
Tu entrada me ha hecho ponerme nostálgica y es que en el fondo, todos seguimos llevando ese niño dentro. Un beso grande
Me haces recordar que hay muchos amigos de mi infancia que no los he visto desde hace años, y es lo malo, al pasar los años se pierden muchas amistades del pasado que en su momento nos hicieron muy felices.
El tiempo que hace tirar a cada uno por su lado y si nos volviéramos a encontrar, cuantas cosas por explicar.
Un saludo.
Recordar es maravilloso pero recordar juntos mejor.
Volver a ver a las personas con las que convivimos en esos importantes años de la infancia y la juventud es una suerte.
ES UNA EXPERIENCIA PRECIOSA LA QUE HAS VIVIDO, ÓJALA YO PUDIERA ENCONTRARME CON MIS AMI@S DE INFANCIA, LA VIDA DA MUCHAS VUELTAS Y A VECES TE TOCA VIVIR EN EL LUGAR DONDE NUNCA HABÍAS IMAGINADO Y ESE REENCUENTRO DESEADO ES IMPOSIBLE QUE SE CUMPLA ASÍ QUE ME ALEGRO MUCHO POR TÍ QUE LO HAS LOGRADO.
Amigo José Antonio, me he permitido citarte en una entrada de mi blog, ya que al leer tu post, me gustó la idea de hacerlo con mis compañeros de niñez, y por casualidad, parece que se va a llevar a cabo.
Un saludo.
Te felicito por esa noche. Con tus amigos de la infancia.
Tu entrada es muy emotiba.
Un beso.
Una buena costumbre en este pueblo, de reunirse los compañeros de la niñez de vez en cuando.
Esos encuentros son indescriptibles, emocionantes, maravillosos y tristes. El paso del tiempo nos va separando y el reencuentro con los antiguos amigos resulta especialmente gratificante.
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