A menudo, quizá por la complejidad de las relaciones sociales, nos olvidamos de nuestros mayores. A veces, porque llegamos a pensar, sin fundamento alguno, que se encuentran bien. Pero en este último supuesto, tratamos de ignorar que lo importante no es lo que nosotros pensamos, sino el contacto cariñoso, la palabra de aliento, el calor humano que sale de nuestra entrevista. De nuestro contacto con ellos.
He quedado anonadado, ahora, cuando acabo de leer cómo se abandona a nuestros parientes mayores de edad. He leído que hay familias que abandonan al padre o la madre en un asilo - todos son muy dignos - durante el fin de semana, para ellos pasarlo alegremente en el monte o en la playa. Ha habido quien en una gasolinera, aprovechando que su madre ha bajado para hacer una necesidad, con su automóvil ha emprendido veloz carrera, dejándola totalmente abandonada, a merced de todos los vientos.
Yo no sé, a ciencia cierta, a qué puede deberse esta insensibilidad. Puede ser el ritmo vertiginoso de la vida moderna que lo ahoga todo, incluso el amor auténtico. No lo sé, se me antoja que no. Que hay otra causa. Que no es el ritmo vertiginoso de la vida actual. Quizá el pensar que todo acaba aquí, que debemos preocuparnos sólo por nosotros. Los demás, casi siempre son una carga, que compromete nuestra individualidad. Quizá sea que no tenemos caridad, y somos renuentes a comprender a los demás.
Creo sinceramente que todo cuanto somos lo debemos a nuestros mayores, ellos, con su esfuerzo y con su tesón, nos han allanado el camino. Este camino que ahora encontramos más cómodo que el que ellos tuvieron. Sé que todos los padres han seguido - cuando les ha sido factible - el consejo de Jefferson: estudiarás detenidamente las aptitudes de tus hijos. No les hagas comprender que pueden ser más que tú; ponles silenciosamente en camino de serlo. Ellos nos lo han dado todo.
Por todo, nuestros mayores, creo que todas las personas mayores, merecen nuestra gratitud y nuestro cariño. Procuremos demostrárselo de alguna manera. Siquiera sea con gestos.
PRESENTACIÓN
Este blog esta confeccionado para expresar opiniones que pueden fluctuar desde la metafísica hasta lo mundano,pasando por la política,la ética,la moral,la ciencia,la poesía,pero en particular el libre pensamiento desde una perspectiva muy especial que es el respeto profundo a mis iguales los homo sapiens.Pues la palabra es la herramienta básica del entendimiento que expresa el conocimiento que ha de enriquecerse de las múltiples experiencias vitales de las distintas culturas de este planeta fascinanteGRANDES PENSADORES
martes, 21 de julio de 2009
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ROCIANA DEL CONDADO
VICENTE FERRER
LA CREACIÓN CUÁNTICA DEL SER HUMANO
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5 comentarios:
Hola ..::Jose Cabrera::.. ¿Sabes porque me gusta tu blog?
Pues te doy toda la razón. A mí las personas mayores me inspiran mucha ternura, me encanta hablar con ellos que me cuenten cosas. La espinita que yo tengo es que no tuve abuelos, lo que envidiaba de niña a mis amigos que sí tenían, lo que hubiese dado yo por tener abuelos. Por eso disfruto tanto de la relación de mis hijas con sus abuelos.
Mi madre me tuvo con 42 años y yo tengo 38, así que ha cumplido ya 80 años, mi padre 2 menos. Mi marido es hijo único, su madre es viuda. Todo mi afán era comprarme una casa grande con suficientes habitaciones por lo que pudiera pasar, y lo conseguí. De momento cada uno vive en su casa pero ten por seguro que ni mis padres ni mi suegra acabarán en un asilo.
Besos.
Bueno, estoy totalment ede acuerdo en que a nuestros mayores hay que resptarlos, quererlos y no abandonarlos.
Pero no creo que hagan lo contrario las personas que, por circunstancias de la vida, ofrecen a sus familiaes la posiilidad de vivir en una residencia.
Por supuesto, no se trata de abandonarlos en la residencia y ya nunca más verles sino que, mediante una conversación y un consenso con ellos, se llegue a la mejor opción.
A veces nos empeñamos en tener que cuidar a nuestros mayores sin los medios y el tiempo necesario y acaban siendo un mueble más en nuestra casa al que no se tiene tiempo de atender, o no se le puede atender con la diligecia apropiada.
En esas ocasiones, quizás sería mejor cambiar la forma de hacer las cosas.
No se puede juzgar a la gente sin saber las circunstancias concretas que han llevado a un acto.
Tal vez, obligándonos a quedarnos con ellos no estamos haciendo lo mejor por ellos, solo lo mejos para nuestra conciencia.
Saludos.
Estoy de acuerdo con Hermanita de la Caridad, no por llevar a alguien mayor a una residencia, quiera decir que se abandone, las circunstancias son las circunstancias. Hay que tener en cuenta que quien abandona a un anciano debe saber que algún día también lo será...
Hay casos y casos, una amiga mía llevó a su abuela a una residencia estupenda porque tenía alzheimer y tanto ella como su madre trabajan, y allí la podían atender mejor, estar más pendientes de ella, de su medicación, etc. Pero cada día iban a verla y pasaban toda la tarde con ella, a pesar de que ella ni los reconocía. La pobre mujer no ha durado ni un año en la residencia. PEro yo no he visto a una persona más querida que ésta. Cada tarde la hija, la nieta y el biznieto pasaban varias horas con ella.
Ese caso no es comparable al del anciano que abandonan en una gasolinera o lo llevan al hospital sin tener nada y lo dejan allí sin documentación ni nada para irse ellos de vacaciones... Que cada verano ocurre eso en los hospitales.
Yo hablo por mí. Mis padres son mayores y tienen otra mentalidad, mi suegra igual. Para ellos lo peor que puede haber es llevarlos a una residencia, eso sería como matarlos en vida, porque es su mentalidad. Pués jamás podré hacer eso. En cambio yo tengo otra mentalidad, yo sé que hay residencias estupendas que son como hoteles y tienes a tus médicos, gente de tu edad, actividades para hacer, y entras y sales cuando quieres. El día que yo sea mayor pues lo mismo cojo el camino y me voy a una residencia, porque tengo otra mentalidad, soy más independiente, no quiero ser una carga para mis hijas. Pero eso soy yo, con mi forma de ser, con mi mentalidad. Pero mis padres piensan de otra forma y jamás querrían irse a una residencia, así que yo jamás los llevaría. El dinero de la Residencia (que son bien caras) para una persona que me ayudase en casa con ellos. Esas es mi idea y esas son mis circunstancias.
El que lleva a sus mayores a una residencia estupenda y ellos están de acuerdo pues muy bien. Yo respeto a todo el mundo salvo al que abandona al abuelo, mientras han estado bien y les ha hecho el habío (cuidarle los niños, la comida, la casa,...) y cuando ya están viejos y no les "sirve para nada" ahí te pudras... Pues no. Hay casos y casos.
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