Independientemente de las modas, nuestra manera de ser influye en nuestros gustos. El arte y la arquitectura evolucionan al ritmo que marcamos. ¿Puede la arquitectura afectar a nuestro humor?¿Por qué estamos tan insatisfechos, a pesar de que según cualquier registro histórico tenemos una suerte bárbara?
¿Por qué nos preocupa tanto lo que piensen de nosotros? El respeto y la admiración de los demás influyen directamente en nuestra forma de valorarnos. Nos vemos a través de los ojos de los otros y nuestro nivel de autoestima depende de la estima en que nos tengan los demás.
Vivimos en una sociedad que ofrece amor a la gente en función de los logros materiales.
9 comentarios:
Hay dos novelitas de Tolstoi que os recomiendo, suelen publicarlas juntas, en un solo volumen: "La muerte de Iván Ilich" y "El padre Sergio". Ambas son una abrumadora y emocionante respuesta a la pregunta que hoy nos plantea el amigo José Antonio.
Os dejo con el final de la segunda: "Cuanto menos le importaba la opinión de los demás, tanto más se dejaba sentir la presencia de Dios".
Es un hecho que vinimos solos y partiremos solos; será nuestra conciencia la que dicte sentencia cuando estemos, en verso de Ernesto Cardenal, "solos como un astronauta frente a la noche espacial".
Tanto escuchar a los demás nos ha vuelto sordos con respecto a nuestra voz interior. Pepito Grillo, conciencia, sentido común, balsámico silencio del alma... llámalo como quieras, pero atiende a esa voz. Te va, nos va en ello la supervivencia en este pobre y milagroso planeta azul que por nuestra inconsciencia agoniza.
(¡Jo, vaya sermón me ha salido!).
Es cierto que vivimos en una sociedad en que el valor de uno mismo se dicta desde fuera. Ese es nuestra miseria, que nuestra percepción de nosotros mismos, nuestra estima dependa de miradas ajenas. Pero contra ello debemos luchar. Es un tema de formación, de conocimiento y de estrategia. Creo que se puede conseguir.
Respecto a la sociedad que ofrece amor en función de los logros materiales, es cierto que haberla hayla. Pero esa no nos interesa. Apartémosla. Hay gente interesantísima con la que distraerse, crecer y encima aprender. No te parece?
Un beso
Hola, José...
Son la cosas de este mundo banal en que vivimos, solamemte somos alguien si podemos ufanarnos de lo que tenemos, y no, de lo que somos.
Saludos desde Colombia.
Gracias amigo por estar siempre...
yo pienso como vos, que lo que recibimos cuando nos "donamos" es muy lindo, para mi es la esencia de la vida... los valores cambian por completo y dejamos de ver solamente nuestro proprio ombligo... yo soy cristiana pero estoy convencida de que no es la religión que hace las personas, lo que realmente importa es la capacidad de ver al otro como un hermano y hacer un puente de amor y no un muro...
Abrazos enormes,
Neusa
Muy buen artículo. Me ha gustado mucho.
besoss
Sara
Yo tengo la suerte (y la desgracia) de, como dice la gente "tener mucha personalidad". Llevo toda la vida viviendo a mi aire, pero, mi trabajo me cuesta...
Yo pienso que es porque queremos llevarnos bien entre todos... en el fondo somos así no?quien valla a su aire siempre tendra que tener en cuenta el respeto y la libertad de los demas... y si haces daño uno se preocupa
si no nos preocuparia seguramente esto seria mas jodido....
lo que pasa que vivimos en una sociedad que a mi punto de vista... a conseguido convertir nuestros instintos en algo que va apegado a lo material...
no se si me entiendes
pero bueno
ahi queda
un abrazote y buen dia^^
Supongo que mucha gente piensa así.. pero también los hay de "los otros" jeje.
Los que pensamos que el interior de las personas es el que realmente esconde lo que esa persona vale, sus gestos, sus hechos... sobre todo su corazón...
Nunca me deslumbré por lo material y descubrí personas muy "ricas".
Un beso, cielo.
Natacha.
como dice el dicho.."tanto tienes, tanto vales"...penoso,pero es real como la vida misma.Te dire una cosa, hace mucho que no soy esclava de lo que piensen los demás, me preocupa mas lo que yo pienso de mi misma...y ese es mi camino, y confieso que no es facil, pero si gratificante. Un beso, cielo y gracias por tu visita.
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